miércoles, 14 de abril de 2010

Una de lince y media de pajaritos, por favor!!

Una Semana Santa más hemos vuelto a nuestra querida Doñana.

Aunque todos los años pienso en visitar sitios nuevos, no soy capaz de evitar la atracción que, desde que tenía 13 años, ejerce esta tierra sobre mí. A esta edad yo empezaba con mi afición a la ornitología y tuve la suerte ser invitado a pasar una temporada en casa de un amigo de mi padre, que por aquel entonces trabajaba en el Parque. Han pasado ya 29 años desde que visité por primera vez Doñana y desde entonces siempre que he podido he vuelto por temporadas, llegando incluso a vivir dos años en el Rocío, trabajando como educador ambiental entre el año 98 y el 2.000.

Con tantas visitas y estancias mucha gente me preguntaba… qué, habrás visto el lince, no? A lo cual yo siempre contestaba a regañadientes NO, todavía no lo he visto. Pero ese “No” duró hasta esta Semana Santa, en la que gracias a una inolvidable visita con Discovering Doñana tuve ocasión de verlo. Como tantas otras veces volví a salir al campo con un resumen de la farragosa cacharrería óptica: prismáticos, telescopio, trípode, cámara compacta “tuneada” para digiscoping y cámara réflex digital con teleobjetivo 100-400 y multiplicador 1,4x, para fotografía “a salto de mata” desde el vehículo. Pues bien, la cuestión es que ahora cuento mi experiencia con semejante observación felina, la gente me pregunta de nuevo… le habrás hecho fotos, no? Y mi respuesta es nuevamente NO; no porque no pude, sinceramente no fui capaz de despegar los prismáticos de mis ojos durante los quizá 10 o 15 segundos que duró la observación.

Fue una observación lejana de un lince sin collar que campeaba por Matas Gordas a aprox. las 08:45 de la mañana. Con unos prismáticos de 8 aumentos la escena del magnífico animal moviéndose entre el matorral fue impresionantemente bella. Fue una visión de conjunto, del animal y su entorno y realmente creo que fue mejor una observación buena que haber obtenido una fotografía mediocre; la foto ahora está grabada en mi cerebro y puedo disponer de ella cuando quiero relajar mi mente. Gracias compañeros por ese instante inolvidable.

La media docena de pajaritos fue otra de las observaciones sorprendentes de esa mañana; los nombraré uno por uno:

El primero para mi en importancia (por ser una especie que no había visto antes), aunque el último en ser observado, fue el carricerín común (Acrocephalus schoenobaenus), el cual estuve a punto de quedarme sin verlo, ya que no hacía más que oírlo pero no lo localizaba. No obstante, gracias a nuestro guía al final lo vi. A pesar de que era ya un poco tarde, el guía insistió y no cesó en su empeño hasta que esa ceja blanca dio la cara.

Otra interesante especie fue la curruca tomillera (Sylvia conspicillata) especie que he visto en pocas ocasiones. Esta vez la observación tuvo lugar en el borde del camino en el Caño del Guadiamar. Esa garganta blanca del macho y el píleo erizado los recordaré siempre.

Las restantes cuatro especies que completan la media ración de pajarillos impactaron en mi retina por dos razones: la primera por que entre las cuatro se encontraba la curruca mirlona (Sylvia hortensis) especie que prácticamente no he visto nunca y que en esta ocasión pude ver de forma nítida. La segunda porque a esta especie le acompañaban nada menos que otras tres currucas, y todas ellas estaban… en el mismo taraje!!. Las otras tres especies de silvidos eran la curruca mosquitera (Sylvia borin), la curruca capirotada (Sylvia atricapilla) y la curruca carrasqueña (Sylvia cantillans). Todas las pudimos ver tan placer que incluso llegamos a contrastar lo que estábamos viendo con los dibujos de la guía de aves.
Ni que decir tiene que a estas observaciones les acompañaron muchas otras, algunas de las cuales nos sirvieron para repasar conceptos, como las diferencias entre algunos aláudidos, pajarillos que a veces quedan en el olvido por su escasa vistosidad.

En fin, que una vez más vuelvo de redescubrir la primavera en Doñana, con energías renovadas para seguir el ritmo de la vida cotidiana y con el gusanillo de salir al campo a fotografiar y observar la naturaleza más inquieto que nunca. Aunque todavía tengo que seleccionar y repasar las fotografías realizadas, por si a alguien le interesa poco a poco iré colgando alguna en mi Web: http://www.fotodenaturaleza.com/

jueves, 8 de abril de 2010

¡ Un gran día en la historia de Doñana !

Doñana mejora día a día, aunque los efectos de la primavera se están dejando notar algo mas tarde este año. Las plantas están floreciendo algo mas tarde, de manera que todavía hay orquídeas en nuestro pinares; ahora por fin comienza a aumentar el número de mariposas y libélulas; las aguas de la marisma empiezan a tener el nivel adecuado para muchas aves, no solo para alimentarse, sino también para que encuentren zonas apropiadas de cría. Pero no todo tiene signo negativo, también hay efectos de signo positivo en el retraso de la primavera: todavía hay muy pocas moscas y mosquitos, y eso, al menos para nosotros los seres humanos es mas bueno que malo.


La migración de las aves continua estos días, especialmente en lo que se refiere a pequeños pájaros de bosque y limícolas. Son unos días ideales para observar todo tipo de currucas y mosquiteros, algunos de los cuales solo se ven en Doñana en paso. Con un poquito de suerte y con ojos entrenados o un buen guía ornitológico se podrían ver en un solo día: Mosquitero Musical, Mosquitero Papialbo, Curruca Tomillera, Curruca Carrasqueña, Curruca Mosquitera, Curruca Zarcera, Curruca Capirotada, Curruca Cabecinegra, Curruca Rabilarga, Curruca Mirlona, Carricerín Común, Carricero Común, Carricero Tordal, Buscarla Unicolor, Buitrón, Ruiseñor Bastardo y Zarcero Común. Todavía no hemos visto ningún Zarcero Pálido, pero deben de estar al llegar.


También se ven en paso estos días otras especies como la Tarabilla Norteña, Colirrojo Real, Collalba Gris, Papamoscas Cerrojillo y Papamoscas Gris. Ayer vimos un Roquero Rojo macho precioso y hoy hemos visto una hembra de Mirlo Capiblanco, avistamiento poco habituales por estos lares. Sigue aumentando el número de Abejarucos, Alcaudón Común y Aguilucho Pálido, Collalba Rubia. Tampoco nos hemos encontrado todavía con ninguna Carraca (aunque en un viaje que hicimos a las estepas de Castro Verde en Portugal el pasado miércoles vimos una) ni Oropéndola.


También observamos ayer en la colonia de cría del Centro de Visitantes de Jose A. Valverde una de las raras Garceta Dimorfa. Allí la actividad de las más de 4.000 parejas de Morito y los varios miles de parejas de Garza Imperial, Garcilla Bueyera, Garceta Común, Martinete y Garcilla Cangrejera, entre otras especies. La pareja de Focha Moruna que cría en el Caño Guadiamar sigue dejándose ver, aunque no también como estas semanas atrás ya que la vegetación sigue creciendo y cubriendo cada vez más area.


Pero si algo está marcando de una manera clara estos días para nosotros, los que trabajamos en esta parte de Doñana, es que por fin han empezado las obras para adecentar los caminos de la marisma norte. Llevábamos años esperándolo, yo en particular tengo la sensación de que llevaba esperándolo toda la vida, y es que no son pocos años los que llevo trabajando en Doñana, y los lamentables caminos que tengo que usar cada día están acabando con mi espalda. Este año ha llovido a gusto de la mayoría, además de traer la tan necesitada agua para nuestras marismas, parece que las lluvias del pasado invierno también han traído los recursos presupuestarios necesarios para paliar, al menos parcialmente, los daños ocasionados en las infraestructuras de al zona y acometer por fin una obra como la del arreglo del firme de los caminos de la marisma transformada de Doñana. Esta planeado mejorar el firme de todo el tramo conocido como Muro de la FAO, desde los Alcornocales de Matasgordas hasta Huerta Tejada, todo el muro de la margen derecha de Entremuros y todo el acceso a Jose A. Valverde por Hato Ratón, los 2 Puentes y el Caño Guadiamar. ¡Estamos de enhorabuena!.